METODOLOGÍAS ÁGILES, O LA OPTIMIZACIÓN DE LOS PROCESOS

5
La transformación digital que tuvo sus comienzos a fines del siglo XX -y se afianzó y maduró durante los últimos 20 años- pareciera no tener límites y acapara tanto los entornos laborales como las situaciones más simples de la vida cotidiana. Sin embargo, muchas organizaciones no están capacitadas o sencillamente no pueden adaptarse a los nuevos cambios y brindar las respuestas que sus clientes necesitan.

Ante esta problemática, las metodologías ágiles surgieron como una alternativa para sumarse a la innovación y mejorar los procesos con resultados más flexibles e inmediatos. Se trata de un mecanismo que permite adecuar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto de forma flexible, autónoma y eficaz, adaptar el proyecto y su desarrollo a las circunstancias específicas del entorno, reducir los costos e incrementar la productividad.

En el software, las metodologías ágiles buscan distribuir de forma permanente sistemas de software en funcionamiento diseñados con interacciones rápidas. En este caso, se trata de una forma de pensar en la colaboración y los flujos de trabajo y define un conjunto de valores que guían las decisiones con respecto a lo que se hace. Es decir que buscan proporcionar pequeñas piezas de software en funcionamiento para aumentar la satisfacción del cliente en poco tiempo.

Para llevar a cabo su función, utilizan enfoques flexibles mediante el trabajo de pequeños equipos de desarrolladores y representantes empresariales que se reúnen regularmente durante el ciclo de vida del desarrollo de software. Gracias a estas metodologías, se puede realizar un enfoque sencillo de la documentación de software y aceptar los cambios que puedan surgir en las diferentes etapas del ciclo de vida, en lugar de resistirse a ellos.

Estas metodologías nacieron en la industria del software cuando las empresas de tecnología comprendieron que la forma tradicional de trabajo retrasaba mucho la entrega del producto final. Además, los procesos se basaban en un contrato cerrado y había poca comunicación con los trabajadores, lo cual derivaba en entregas de mala calidad.

Manifiesto Agile

Con el objetivo de buscar una solución, los CEO de las principales empresas de software se reunieron en Utah (Estados Unidos) en 2001 y allí pusieron en común las mejores prácticas de cada compañía para crear el Manifiesto Agile. Este nuevo modelo proporcionaba una mejora continua en la planificación y la creación y resultados mucho mejores. En este sentido, se logró un proceso constante y rápido con plazos de entregas reducidos que evitaban la dispersión y la centralización de toda la atención en una tarea determinada. En la actualidad, las opciones más utilizadas son programación extrema (XP), Scrum y Kanban.

En este documento los programadores propusieron un nuevo enfoque para el desarrollo de software y mencionaron cuatro características principales que los equipos de desarrollo ágil de software debían tener en cuenta:

  • Las personas y las interacciones antes que los procesos y las herramientas
  • El software en funcionamiento antes que la documentación exhaustiva
  • La colaboración con el cliente antes que la negociación contractual
  • La respuesta ante el cambio antes que el apego a un plan
Ventajas
  • Mejora la calidad: minimiza los errores en los entregables y mejora la experiencia y la funcionalidad para el cliente.
  • Mayor compromiso y motivación de los trabajadores: mejora la satisfacción del empleado, facilita su capacidad creativa y genera conciencia de equipo.
  • Rapidez: acorta los ciclos de producción y minimiza los tiempos de reacción y toma de decisiones.
  • Aumento de la productividad: al asignar mejor los recursos, y de forma más dinámica, mejora la producción según las prioridades que tenga la empresa.
  • Mayor satisfacción del cliente: el cliente está más satisfecho al verse involucrado y comprometido a lo largo de todo el proceso de desarrollo. Mediante varias demostraciones y entregas, el cliente vive a tiempo real las mejoras introducidas en el proceso.
  • Uso de métricas más relevantes: las métricas utilizadas para estimar parámetros como tiempo, coste, rendimiento, etc. son normalmente más reales en proyectos ágiles que en los tradicionales.
  • Mayor control y capacidad de predicción: la oportunidad de revisar y adaptar el producto a lo largo del proceso ágil permite a todos los miembros del proyecto ejercer un mayor control sobre su trabajo, lo cual permite mejorar la capacidad de predicción en tiempo y costos.
  • Reducción de costos: la gestión ágil del proyecto elimina prácticamente la posibilidad de fracaso porque los errores se van identificando a lo largo del desarrollo en lugar de esperar a que el producto esté acabado y toda la inversión realizada.

Related Posts

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: