EL ALQUIMISTA DE LA PROGRAMACIÓN

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Toda mi vida la pasé prácticamente enamorado de la química. Desde que era un nene de no más de 5 años, con mi papá trabajando en una fábrica de esencias, de la que traía historias y experiencias súper interesantes, me vi atraído por ese mundo. Cuando mi hermana empezó la escuela técnica se derivó por esta especialidad y yo, con 11 años, ya sabía que ese era el camino que también quería seguir.
Nicolás Rocha, Desarrollador en Pigmalion Software.

A lo largo de la secundaria conseguí diferentes premios: Mejor examen durante tres años seguidos para las Olimpiadas de Química de la Universidad Nacional del Oeste, mejor examen zonal en las Olimpiadas de Química de la UBA en el 2015 y 2016, y medalla de bronce en las Olimpiadas Nacionales de Química 2015, realizada en Córdoba.

Terminé la secundaria y empecé a estudiar Ingeniería química y, a mis 19 años tuve mi primera experiencia profesional en el área de control de calidad de una empresa química/alimenticia y en un par de años llegué a ser responsable del sector de control de calidad.

Pero nunca imaginé lo que sucedería durante el primer semestre del 2020. En el primer año de la pandemia, me encontré con una materia en la universidad que cambió mi vida: Programación y métodos numéricos. Fue mi primer contacto con la programación, mi nueva pasión. Mi vida cambió profundamente desde este punto. Dediqué el resto de la cuarentena a un curso de developer en el que adquirí conocimientos y softskills claves para hoy en día poder desenvolverme como desarrollador.

A finales del 2021 cambié mi trabajo para ser analista de calidad en una empresa mas grande, donde los desafíos parecían mayores y las promesas de crecimiento me resultaron atractivas. Me encontré con todo lo contrario a lo que me prometieron: un ambiente de trabajo donde las relaciones entre compañeros eran tensas, donde las políticas de calidad eran prácticamente inexistentes, y varias situaciones particulares que me hicieron notar que ya no quería pertenecer a esta industria. Presenté mi renuncia en mi trabajó y dejé la Ingeniería Química para comenzar a estudiar la Licenciatura en Sistemas, mientras continuaba con mi formación independiente mediante diferentes cursos y buscaba mi primera experiencia en el sector IT, que conseguí de la mano de Pigmalion Software.

Mi vida dio un giro de 180 grados cuando me introduje, casi por accidente, en el mundo de los algoritmos, las bases de datos, las computadoras y los lenguajes de programación. No voy a negar que hay días donde extraño la química y me pregunto qué hubiera pasado de haber hecho algo diferente, pero hoy estoy viviendo algo que nunca había imaginado, con compañeros que siempre están atentos a cualquier ayuda que pueda necesitar, un ambiente donde se priorizan las buenas prácticas y la salud, tanto mental como física de cada colaborador, y donde cada día que pasa siento que puedo decir “Estoy donde quiero estar”.

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2 Responses
  1. Alan Benitez

    Hay volantazos que no solo cambian el rumbo, si no que motivan e impulsan. Te felicito Nico!

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