Recién pensaba en cuáles serían las próximas publicaciones de Galatea, y recordé que estábamos cercanos a los 100 posteos. Me dirigí a las entrañas del blog para chequear el dato, y noté que la vorágine diaria ya nos había pasado. Esta, en realidad, es la publicación número 106.

Para el que no me conoce, le cuento que soy Leandro Gil, integrante del área de Comunicación y Difusión Institucional de Pigmalion Software. Junto a Rodolfo Rey Blanco y Paula Choque Sestopal articulamos periodismo, arte y diseños épicos para forjar y fomentar buena mística comunicativa, tanto internamente como para el exterior de la compañía.
Uno de los grandes hitos del área ha sido la creación de Galatea, nuestro blog. En el sitio, además de noticias sobre tendencias tecnológicas, abordamos información sobre nuestras industrias, y además hablamos de la cultura horizontal que construimos día a día en Pigma.
Incluso nos dimos el gusto de crear una sección puntual para que cada integrante de la empresa también aporte su voz. Así pudimos acompañar a Nico Rocha en el nacimiento de su primer sobrino, celebramos con Mari Moreyra su título universitario, nos nutrimos con artículos técnicos que el team programador fue creando, y hasta proyectamos a futuro con los análisis certeros de Diego Martiniano.

Y no lo pienso yo solo, también lo sienten mis compañeros de producción. Por ejemplo, Paula dice: “Como diseñadora, mi experiencia ha sido muy enriquecedora. Desde el primer día que me uní al team de comunicación, me sentí muy cómoda. Lo que más destaco, es la forma en la que cada miembro aporta un gran valor individual. Además, es lindo ver cómo se reconocen y se aprecian las opiniones de todos los miembros del equipo, ya que se entiende que cada perspectiva aporta un valor único al proceso creativo. Esto motiva a dar lo mejor y colaborar eficientemente para alcanzar los mejores resultados. En definitiva, Galatea ha sido un lugar donde he podido desarrollar mi creatividad, aprender de los demás y sentirme parte de un equipo que sigue creciendo con nuevos proyectos creativos y desafiantes”.

Y por su parte, Rodo acota: “Llegamos a las 100 notas. Cuando gestamos Galatea, no sabíamos muy bien qué íbamos a hacer ni cómo se desarrollaría nuestro blog. Teníamos miedos, dudas, preguntas. Pensamos mucho en el nombre y también en el contenido que queríamos compartir. De a poco, fuimos armando esta ‘hija’ de Pigma que nos dio y nos sigue dando tantas alegrías y que, fundamentalmente, refleja el alma de nuestra empresa. Sabemos que Galatea existe no solo por nosotros sino también por todas las personas que nos acompañan con su lectura. Hoy, queremos celebrar estos 100 posteos y compartir la alegría con ustedes”.
Galatea ya tiene vida propia. Es una entidad que late de manera colectiva. Que nos habla a sus autores, y también a sus lectores que buscan información de vanguardia y referencias de nuestra calidad humana y profesional. Nació como una idea en el aire, visionaria. De proyección y búsqueda de metas. Se bautizó y se pensó entre todos, creció y ya llegó al primer centenar de posteos.
El efecto Pigmalion hecho texto.